Es un placer...

...contar en esta oportunidad con la participación de una magnífica escritora y amiga que accedió a darme una entrevista para publicar en mi espacio, y permitirme jugar a ser reportera por un rato.

Se trata de Gloria V. Casañas, autora de En alas de la seducción, una historia de amor ambientada en los hermosos paisajes del sur argentino.

Antes que nada quiero agraceder a Gloria y darle la bienvenida a mi rinconcito en la red.

¿Cuándo nació tu vocación de escritora? ¿Escribes desde niña o es algo que
fue surgiendo en tus años más maduros?

Desde muy chica, Andrea, Recuerdo el patio de la escuela primaria, durante el recreo más largo, cuando me sentaba con mi cuadernito sobre las rodillas. En aquel entonces, escribía sólo poesías. Más tarde, vinieron los cuentos cortos y, mucho después, las novelas.

¿Hay un género favorito a la hora de plasmar tus historias? ¿Hay alguno que
nunca te atreverías a escribir?

No me gusta mucho la ciencia ficción, pese a que la he leído bastante. Creo que no escribiría una historia que transcurriese en un futuro hipotético. Claro que también pensaba eso sobre las historias contemporáneas y ya ves, nació la de Newen y Cordelia... Tal vez no se deba afirmar de manera tajante que jamás se hará tal o cual cosa, depende de las circunstancias de cada uno.
Lo que más me atrae es la combinación de romance y aventura, es como volver a mis clásicos de siempre: Emilio Salgari, Jack London, Mark Twain… por cierto, con un toque de romance más acentuado, ¿no?

En alas de la seducción es tu primera novela publicada. ¿Cómo surgió la idea
de escribir sobre la relación de una niña bien y un descendiente de
tehuelches en la Patagonia? ¿Pensaste primero en la trama o en los personajes?

Esta novela nació primero como un cuento corto, del que Newen era protagonista. Ese cuento, con las modificaciones necesarias, constituye el prólogo de “En alas de la seducción”. Fue un cuento que siempre conservé en la mente, como una promesa de algo más y, por fin, me decidí a retomarlo y continuarlo. Ni bien tomé esa decisión, la figura de Cordelia vino a mi cabeza. Quería algo fuerte y contrastante para Cayuki, una mujer que lo sacudiera hasta los cimientos.


¿Habrá una secuela de la historia entre Cordelia y Cayuki? ¿Tal vez a
través de su hija o del hermano de Cordelia?

Esa continuación la estoy escribiendo ahora mismo (pero es un secreto, no lo digas…). Y me encantó regresar a Los Notros, fue como reencontrarme con viejos amigos queridos.


¿Cuánto tiempo te llevó escribir la novela? ¿Eres de las que trazan la
historia paso a paso antes de lanzarse a escribirla o vas escribiendo con
una vaga idea y ver lo que surge en el camino?

El proceso de escribir es algo caótico. A mí me sucede que las historias me vienen a la mente mientras escribo, por ejemplo. Y, como estoy enfrascada en otra, debo anotar lo que se me ocurre para retomarlo más adelante. En general, pienso la trama antes, le doy vueltas en mi mente, surgen nombres, todo sin escribir una sola línea. También empiezo a recoger material de investigación sobre el tema, para ver qué posibilidades me brinda y, cuando siento que estoy decidida, cuando le veo futuro a la historia, comienzo.
De todas formas, Andrea, los personajes se mueven por sí mismos, y muchas veces deciden lo que quieren hacer más allá de mi voluntad. Me ha pasado eso. Es como si cobraran vida propia, real.


La inspiración es algo primordial a la hora de escribir. ¿Qué es lo que
inspira a Gloria V. Casañas a la hora de sentarse a escribir?

Nunca me detuve a pensar en mi fuente de inspiración. Supongo que será variada: lecturas, situaciones reales o ficticias que conozco, historias que escucho, vivencias propias o ajenas….hay un mundo de posibilidades. En el caso de “En alas de la seducción”, yo quería escribir una historia donde un descendiente de indígenas fuese el protagonista y que transcurriera en un lugar agreste, sin las comodidades de la vida urbana y lejos de las concepciones modernas de la vida.
Newen vive del modo que a mí me gustaría vivir.

¿Cómo es tu manera de trabajar? ¿Tienes horarios preestablecidos o te
buscas tiempo para escribir? ¿Te gusta escribir de día o de noche?
¿Necesitas absoluto silencio o puedes acompañarte con música?

El silencio no es imprescindible, pero sí la tranquilidad, sobre todo espiritual. Me cuesta escribir si estoy en medio de un torbellino emocional. Aunque pude descubrir que suele servir de catarsis.
En cuanto al horario, depende de los días y, sobre todo, de mi necesidad interna; cuando hay un punto de inflexión en la novela, me detengo y paso dos o tres días pensándolo, no escribo de inmediato. En general, escribo durante el día, con las interrupciones inevitables de la vida cotidiana. De noche, leo hasta muy tarde.

¿Piensas que la novela romántica ha logrado establecerse definitivamente en
el mundo de la literatura como un género serio o sigue vièndose como un
gènero más popular?

Creo que el prejuicio existe, porque somos prejuiciosos siempre. Aun cuando las editoriales hayan descubierto que el género promete, habrá quienes lo minimicen, incluso entre los propios lectores, que suelen ser “vergonzantes” y aclarar que, además, leen “otras cosas”. Como si hubiera que justificar el placer de leer una buena novela romántica.

¿Cuáles son tus autoras favoritas? ¿Una novela que haya influenciado en tu
vida como escritora?

Son varias, Andre, no creas que puedo limitarme a una, porque hay autoras que me gustan por determinadas cosas que aprecio. Por ejemplo, Susan King es una autora de novela romántica medioeval que me fascina por su ritmo, que algunos lectores califican de lento y que a mí me parece detallista. Me atrapan los arrebatos pasionales de otras, como Rebecca Brandewyne, Kathleen Woodiwiss, Katherine Sutcliffe…o la penetración psicológica de Mary Jo Putney…por mencionar a las autoras norteamericanas, que prácticamente han copado el género.
Entre nosotros, Florencia Bonelli, nuestra pionera, sabe crear una trama estupenda, compleja e interesante, con muchas ramificaciones e igual fuerza en todas.
Sol Pereyra enhebra delicados sentimientos íntimos y construye diálogos excelentes. ¿Ves? Esto de los diálogos es fundamental y resulta difícil. Hay autoras, como Nora Roberts o Soledad Pereyra, que logran esa fluidez en los diálogos.
Cuando leí tu novela, “Pasado imperfecto”, me atrapó la psicología de los personajes, el carácter que les conferiste. Y la originalidad de la trama, de la que no voy a hablar para no deschavar cosas, Ja,Ja,Ja!!!!!
Te podría decir lo siguiente: las lecturas de la infancia y la juventud fueron el aliciente para soñar con ser escritora, y las lecturas de novela romántica de la madurez, el impulso que me llevó a intentarlo.

¿Cuál es la parte más gratificante de ser escritora? ¿Y la parte menos
agradable?

No encuentro nada desagradable en este oficio, por lo menos, no por ahora. Ni siquiera el trabajo de edición, todo me gusta. Pero el escritor es una persona solitaria cuando crea, se encuentra consigo mismo y con sus personajes. La novedad es el contacto con su público, algo que se está descubriendo ahora. Antes, nadie conocía en persona a un escritor, ni soñaba con escribirle. Claro que nadie le preguntaba si le complacía que le escribieran. A lo mejor, muchos fueron condenados injustamente a la soledad.
Un escritor ama escribir, lo necesita, pero, sobre todo, ama que lo lean. Y yo agregaría: ¡y que le cuenten lo que opinan!

¿Estás escribiendo otra novela? ¿En el mismo estilo de En alas de la
seducción o algo completamente diferente?

La novela que tengo en proceso de edición es por completo distinta: es histórica, y sus personajes no tienen relación con los de “En alas de la seducción”. Todavía no sé cuándo saldrá a la luz, y estoy ansiosa por darla a conocer, le tengo mucha fe.
En cuanto a la que estoy escribiendo ahora, sí, es una secuela de “En alas…”, como te decía, un reencuentro con los habitantes de Los Notros, aunque con una historia diferente en la que aparecen personajes nuevos también. Están todos, más los que se incorporaron, porque el tiempo ha pasado…


Por último, ¿qué consejo les darías a todas aquellas mujeres que sueñan con
convertirse en escritoras y que les falta el valor para ponerse a escribir
una historia, terminarla y darla a conocer?

Que escriban. Así, a lo loco y sin parar, porque esto es como cualquier oficio, en el sentido de que se aprende practicando. Cuanto más se escribe, más ideas afluyen y mejor se hace. Es increíble, parece mentira, pero es así.
En cuanto al valor, les dejaría mi humilde experiencia para que NO cometan el mismo error: yo pasé años escondiendo mis escritos, sin tener jamás una opinión ni el placer de entretener a otros con ellos. Al final, me di cuenta de que carecía de sentido escribir si nadie me leía. Y tomé la mejor decisión de mi vida: llevar mi novela a un editor. De lo único que me arrepiento, es de no haberlo hecho antes. Ahora estoy presurosa por recuperar el tiempo perdido.

Una vez más, gracias amiga por aceptar entrevistarte por esta periodista improvisada!